En épocas en que el cine era el amo y señor de los medios de comunicación en todo el mundo, la Universidad Nacional de Tucumán tuvo la iniciativa de subirse a ese tren que ya se mostraba imparable. El 1 de junio de 1946 se fundó, por resolución del entonces Interventor de la UNT, Horacio Descole, el Instituto Cinefotográfico de la UNT (Icunt), el primer y único organismo de la Argentina en dedicarse a la producción audiovisual.

Como único antecedente contaban con el Gabinete de Fotografía y Dibujo de la Universidad, creado en 1937. Como misión, anhelaban contar con un instituto que tuviera el mismo status que el resto de las unidades académicas y que produjera material audiovisual.

El primer director del Instituto fue Héctor Peirano, hermano de Abel, el geólogo que puso a la UNT en el camino de la explotación minera. Hasta 1954, el Icunt acumulaba cantidades abrumadores de material producido: cortometrajes en 16 mm, fotografías y series de diapositivas que se proyectaban y mostraban en las unidades académicas y los pueblos del interior. Pero, en 1954 un incendio consumió gran parte del material producido y de los equipos conseguidos a duras penas.

En 1950, con la colaboración técnica de la Organización Cinematográfica Argentina (Buenos Aires) y bajo la dirección de Belisario García Villar, el Icunt se lanzó a rodar la película “El diablo de las vidalas”, que narraba el romance de Gregorio Aráoz de Lamadrid con Luisa Díaz Vélez durante los primeros años de la patria. Un año después, como un niño que da sus primeros pasos solo, el Instituto se encaminó en el rodaje y el procesamiento técnico integral de “Mansedumbre”, dirigido por Pedro Román Bravo y el propio Peirano en la supervisión técnica.

El rodaje empezó a finales de 1950 en locaciones como San Pedro de Colalao, El Manantial y La Reducción. Contó con la participación de actores locales como Mario Vanadía, Alberto Maccarini, Guillermo Farnun, Claudio Barrios y María Adela Medina. Además, la película marcó el debut en cine de la porteña Beatriz Bonnet, coprotagonista de la historia. La realización silenciosa de verdaderas proezas técnicas se convirtió en una tradición que aún perdura en el ICUNT”, escribieron más tarde Néstor Díaz Suárez y Amalia Enrico en “Instituto Cinefotográfico UNT”.

La televisión

El 9 de julio de 1966 salió al aire por primera vez la Televisora Universitaria, más tarde Canal 10. El Icunt participó activamente en su armado, con el ingeniero Jorge Wyngaard como uno de los responsables.

Entre 1978 y 1983 Wyngaard estuvo a cargo de la dirección del Icunt. Fueron épocas de intensa producción pero también de vaivenes en la relación con el canal, destinatario preferido de los fondos universitarios. Con el viraje hacia la tecnología del video, el soporte fílmico, con el que trabajaba el Icunt, comenzó a volverse una obsolescencia.

Finalmente, en 2005, el Icunt terminó por convertirse en la Escuela de Cine y Televisión de la UNT.